Silvia Velasco Chano | Marzo de 2025
Si sientes que el dinero se te escapa de las manos y no sabes exactamente por qué, es posible que estés cayendo en errores para tus finanzas personales sin darte cuenta. Gastar más de lo que ganas, no ahorrar ni invertir, depender de un solo ingreso o abusar de las tarjetas de crédito te mantienen atrapado en un ciclo de estrés. Cada día que pasa sin tomar acción es un paso más hacia la inestabilidad: No te preocupes, identificar estos errores es el primer paso para solucionarlos. Acompáñame en este recorrido y descubre cómo evitarlos para construir un futuro financiero más sólido. Toma el control antes de que sea demasiado tarde.
Decidí enfocarme en los errores porque muchos de nosotros tenemos la autoconfianza de pensar o percibir que estamos manejando bien nuestras finanzas, pero si nos detenemos un momento a repasar los errores más comunes, seguro saltará algo importante. Te dejo por tanto aquí los errores que pienso que pueden afectar tu situación financiera, en el orden en que considero que es relevante revisarlos. No necesariamente todos se aplicarán a tu caso, así que analiza cada uno y trabaja en el que sea necesario.
Gastar más de lo que ganas
Es aritmética pura y sencilla: Si gastas más de lo que ganas, estás creando deudas, y estas deudas resultan más caras por el costo financiero que representan. Estar conscientes de este principio no sirve de nada si no lo cumplimos, pues debes cuidar tu historial crediticio en todo momento.
La situación se complica cuando gastas antes de recibir los ingresos. Para ello puedes usar el sistema 70-20-10 e ir ajustando ese 100%: 70% gastos esenciales, 20% no esenciales, 10% objetivos financieros. Cuando hayas salido del bache, podrías replantear un 60-20-20 y así sucesivamente. Para ello podrías desarrollar en detalle un plan para reducir gastos.
No llevar un registro de gastos
Si no sabes dónde está la fuga, no la puedes remediar. Por ello es indispensable que lleves un Presupuesto de tus gastos para conocer con exactitud tu punto de partida. No tiene que ser algo sofisticado, con papel y lápiz o una hoja de Excel más 10 minutos de control al final de cada semana es suficiente: Detallar los ingresos y los egresos o gastos, la diferencia entre ambos debe arrojar el saldo neto superavitario o deficitario.
Como fuga se conoce a los denominados gastos hormiga, aquellas pequeñas compras innecesarias y frecuentes que, aunque parecen insignificantes, suman grandes cantidades a largo plazo y afectan las finanzas personales. En este punto existen dos alternativas, incrementar los ingresos o reducir los gastos, todo dependerá de la estrategia que diseñes.

Carecer de objetivos financieros
De nada sirve llevar un presupuesto y control de gastos si no fijamos claramente nuestros objetivos financieros. Todo esto debe caber en una servilleta. A manera de ejemplo, objetivos financieros incluyen la creación de un fondo de emergencia, reducción de deudas, metas de ahorro e inversión, planificar la compra de una casa, diseñar tu plan de jubilación, etc.
Para ello se recomienda sacar provecho de las herramientas financieras disponibles para optimizar cada decisión: ahorro, pago, inversión, endeudamiento, otros. Esto incluye apps, asesorías financieras, apoyo con la inteligencia artificial, etc.
Menudo trabajo buscar la opción correcta y más conveniente a tu presupuesto e intereses, dado que en el mercado hay muchas opciones de costos accesibles e incluso gratuitas.
No ahorrar y no invertir
Construye tu arquitectura financiera sobre la base de que debes primero pagarte a ti. Lo importante no es cuánto ahorras, sino empezar. Se trata de que el dinero trabaje para ti, para ello un buen punto de partida es aprovechar el poder del interés compuesto, la octava maravilla del mundo, según Einstein.
El mejor amigo del interés compuesto es el tiempo así que mientras más rápido arranques, mejor. Debes estudiar los tipos de renta que ofrece el mercado, como renta fija y variable, las cuentas de ahorro de alto interés, inversiones en el mercado de valores, entre otros. Al respecto hay bastante por explorar, así que puede ser abordado posteriormente.
Recuerda que hay una diferencia entre: Invertir lo que sobra después de gastar, o gastar lo que sobra después de invertir. De ti depende.
Por tanto, capacítate constantemente en finanzas e inversión y relacionados, tu familia y tus finanzas te lo agradecerán.
Creer que nunca vas a envejecer
En tiempos de vacas gordas hay que guardar para el tiempo de vacas flacas, pues la juventud no es eterna, la energía de a poco se agota, es ley de vida. Así que hay que aprovechar el tiempo de juventud y de bonanza para construir una vejez digna, toma acción lo más pronto.
No diseñar tu plan de jubilación
Otro error grave es confiar demasiado en tu sistema de pensiones, cuando sabemos que los planes de retiro del mundo están quebrados o en camino a ello. Peor, creer que tus finanzas es asunto de tu empleador o del estado. Construye tu propio plan a tu medida y sin apuros, una vez más existen muchas opciones de apoyo a este objetivo, el punto está en dar el paso.
Depender de un solo ingreso
No pongas todos los huevos en la misma canasta! Sabio adagio que implica diversificar tus fuentes de ingreso para protección o compensación. En caso de perder una fuente, siempre tendrás una segunda alternativa. La diversificación de ingresos (e inversiones) te encamina hacia la libertad financiera deseada.
Abusar de las tarjetas de crédito
Las Tarjetas de crédito son consideradas una forma de esclavitud moderna. Para salir de la trampa lo mejor es no entrar. Por eso, para usar tu primera tarjeta estudia previamnte cómo funcionan.
Si ya estás adentro utiliza el método avalancha o el método bola de nieve. El método avalancha se enfoca en pagar primero las deudas con mayor interés, lo que ahorra dinero en intereses a mediano y largo plazo. El método bola de nieve prioriza pagar las deudas más pequeñas primero, lo que brinda un impulso emocional (motivacional) al eliminar deudas rápidamente.
Finalmente, evita hacer compras que no necesitas, para ello debes tener muy clara la diferencia entre deseo y necesidad, y ten mucha precaución con los diferidos. Este es un tema muy amplio también. Sin embargo, aquí he incluido lo más importante.
Quedarte en tu zona de confort
Grave error, pues debes siempre actualizar tus conocimientos, profesión u oficio, abrir tu mente a nuevas ideas y aprende a hacer las cosas de manera diferente. Siempre es posible encontrar nuevos y mejores caminos. Con la Inteligencia artificial no hay límites!
Otros errores financieros
Hay muchos más errores en la administración de nuestras finanzas. He priorizado los que considero más importantes o comunes a muchas personas indistintamente de su profesión, edad, etc. Sin embargo, acá menciono brevemente otros que deberías también analizar tales como: construir en terreno ajeno, gastar en vicios, ser fiador o garante, heredar a tus hijos en vida, entre otros.
Para terminar, ¿cómo mejorar tus finanzas personales?
Me he enfocado en los errores financieros más comunes con el propósito específico de proporcionarte soluciones prácticas y efectivas para cada uno, adaptadas a diferentes necesidades y presupuestos. Puedes descargar el documento en PDF que reposa en la parte superior de esta publicación, te lo entrego esperando que puedas identificar algo a mejorar y tomes acción lo más pronto.
El objetivo es que tengas opciones claras y accesibles para corregir esos fallos. Sin embargo, el siguiente paso depende de ti: debes evaluar cada solución y buscar la que se ajuste mejor a tu situación personal, siempre con el fin de tomar decisiones más informadas y mejorar tu bienestar financiero.